Poza Rica, Ver.- La Jueza del Juzgado Décimo Primero de Distrito, Natividad Regina Martínez Ramírez, desestimó el amparo promovido por Emilio Olvera Andrade, exdelegado de los programas federales en Poza Rica y frustrado aspirante a la diputación local, en contra del Ayuntamiento de Poza Rica.

La resolución fue contundente: el juicio fue sobreseído debido a la falta de pruebas y a los argumentos infundados presentados por el demandante.

En su resolución, la Jueza señaló que los reclamos de Olvera Andrade carecían de base legal y que las calles mencionadas en su amparo no tenían justificación en el contexto del conflicto, lo que permitió concluir que las pruebas eran inconsistentes. Además, se refirió a los argumentos del exfuncionario como conjeturas sin fundamento, manipuladas para crear un escenario adverso contra las autoridades municipales.

El caso surgió por un reclamo de Olvera Andrade contra el Regidor Octavo y director de limpia pública del municipio, en relación con el servicio de recolección de basura. Sin embargo, según la Jueza, las acusaciones carecían de sustancia y no aportaron elementos suficientes para continuar con el juicio.

Con esta resolución, se frustra el intento de Emilio Olvera de atacar al Ayuntamiento de Poza Rica con fines políticos, ya que, como se sabe, el exdelegado de programas federales en el municipio busca ahora posicionarse como candidato a la presidencia municipal por el partido Morena, en un claro intento de mantenerse en el escenario político.

Aparentemente, su objetivo es asegurarse de, al menos, alcanzar una regiduría si no obtiene la candidatura principal, en la próxima administración municipal.

“Este tipo de acciones solo buscan confundir y manipular a la ciudadanía con mentiras y estrategias amarillistas, sin fundamento legal. El pueblo de Poza Rica está cansado de este tipo de protagonismo, y la justicia ha hablado de manera clara”, comentó un representante del Ayuntamiento de Poza Rica, al referirse a la resolución judicial.

Con la desestimación del amparo, se pone fin a una polémica que ha sido parte de los intentos de Olvera Andrade por permanecer en el ojo público y aprovechar cualquier oportunidad para volver a la política local, a pesar de la falta de respaldo legal para sus acusaciones.

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