Poza Rica, Ver.- María del Carmen Carballo Vicencio, ex síndico del municipio, pagó caro el precio del influyentísmo del que hizo gala durante la administración del actual diputado federal, Javier Velázquez Vallejo.

Carballo Vicencio, quien fue una figura clave en la administración local, se destacó por su comportamiento polémico y sus prácticas cuestionadas en torno a la asignación de contratos de obra pública.

Una de las acusaciones más graves que pesaron sobre la exfuncionaria fue el manejo irregular de contratos asignados de manera directa.

Según fuentes cercanas, Carballo Vicencio habría hecho negocios privados utilizando estos contratos, lo que generó sospechas de corrupción en la asignación de recursos públicos.

A esto se sumó el escándalo de la venta de supuesta chatarra, un hecho que levantó grandes interrogantes sobre el destino de los bienes municipales.

El Cabildo del municipio también mostró su preocupación ante la contratación de diversos despachos contables, a los cuales Carballo Vicencio les habría pagado cerca de 10 millones de pesos en los cuatro años de su gestión.

Se especula que estos despachos realizaban auditorías “a modo”, diseñadas para limpiar la imagen de la administración local y encubrir los presuntos malos manejos de recursos públicos.

El influyentísmo de Carballo Vicencio dentro de Morena fue otro de los factores que marcaron su paso por la administración pública.

A pesar de haber sido despedido de manera vergonzosa de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP) por el mal manejo de maquinaria, la exfuncionaria se valió de su influencia dentro del partido para mantener una red de poder.

Por ello a pesar de su despido, Carballo Vicencio logró incrustar a su hijo, Pedro Herrera Carballo, en la nómina del Ayuntamiento, lo que levantó serias dudas sobre el uso de su posición para beneficiar a familiares cercanos.

Además, Carballo Vicencio intentó imponer a su hija, Liliana Herrera Carballo, como delegada del partido en la región, lo que fue otro intento de consolidar su red de poder dentro de la administración pública y el partido político.

Sin embargo, todos estos actos de corrupción y tráfico de influencias no fueron suficientes para asegurar su carrera política.

En la última encuesta interna de Morena, Carballo Vicencio no fue favorecida para ser candidata a la presidencia municipal, lo que marcó el fin de su ascendente carrera política.

La ex síndico pagó el precio de sus actos, al ser excluida de una oportunidad que parecía estar a su alcance, tras años de maniobras para posicionarse dentro del partido y la administración local.

La caída de Carballo Vicencio es un recordatorio de cómo el influyentismo y la corrupción pueden tener un alto costo en la política, especialmente cuando las redes de poder y los intereses personales se imponen sobre el bien común.

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One thought on “Carmela Carballo, pagó el precio de la corrupción”
  1. Nota falsa, toda la gente sabe que la encuesta marcaba a Carmelita Carballo como la virtual ganadora para la candidatura.

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