Poza Rica, Ver.- La presidenta del DIF Municipal, Diana Patricia Remes Oropeza, presentó el Tercer Informe de su gestión en un evento que reflejó un claro sentimiento de desaprobación tanto de la ciudadanía como de los propios sectores políticos locales.
El informe, realizado en la Casa de la Cultura de la ciudad, resultó ser una velada evidencia del distanciamiento entre la familia Remes y el pueblo pozarricense, que hace tiempo manifestó su rechazo hacia el mal manejo gubernamental del alcalde Fernando Remes Garza, padre de Diana Patricia.
El evento, que se llevó a cabo en un recinto pequeño y desolado, estuvo marcado por la falta de apoyo de representantes del Gobierno del Estado y del DIF Estatal, quienes no enviaron a ningún funcionario de alto rango para representar a las autoridades.
Esta ausencia envió una clara señal de desdén y falta de respaldo hacia la familia Remes, una dinastía que, políticamente ha sido severamente cuestionada por actos de corrupción, con el alcalde Remes Garza siendo el principal señalado.
En el lugar, las invitaciones quedaron sobre las sillas, mientras que varios asistentes, entre ellos funcionarios locales, abandonaron el evento antes de que este concluyera, subrayando aún más la falta de interés por parte de la clase política en este tipo de actos.
Los pocos ciudadanos presentes expresaron su desilusión y decepción por la escasa atención que el DIF ha brindado a las verdaderas necesidades de la población.
Desde las colonias populares, las críticas hacia el DIF han sido constantes, pues se ha señalado que el organismo ha fallado en otorgar los apoyos prometidos en diversas ocasiones. Este malestar ha llevado a varios sectores de la sociedad a exigir una auditoría exhaustiva antes de que termine la administración de Fernando Remes Garza.
Cabe destacar que el Cabildo autorizó más de 3 millones de pesos anuales para la operación del DIF, dinero que, según denuncias, no ha tenido un impacto real en la comunidad, sino que se ha utilizado para fines personales, como el colocar a familiares y funcionarias cercanas al círculo de poder de “El Pulpo Remes”, dentro de la nómina del organismo.
La desconfianza hacia la administración de la familia Remes se sigue extendiendo por Poza Rica, mientras que los ciudadanos, indignados por la falta de transparencia y eficiencia, se alistan para exigir rendición de cuentas y la realización de una investigación sobre el destino de los recursos públicos asignados al DIF municipal.
En este contexto, el evento de Diana Patricia Remes Oropeza no hizo más que reforzar la sensación de un gobierno local completamente desconectado de las verdaderas necesidades de su población.