Poza Rica, Ver.- No cabe duda que hasta la gobernadora Rocío Nahle quieres huesos, ya que, a pesar de que no pertenece al Partido Movimiento Ciudadano, fuentes internas revelaron que la gobernadora de Veracruz, estaría negociando la colocación de algunos de sus aliados y familiares en cargos clave dentro de la próxima administración municipal.
Entre los nombres mencionados por los informantes se encuentran Ariel Lara, quién ya fue director de Servicios Públicos, y Lucía Peña, ambos cercanos a la mandataria veracruzana.
La intención, señalaron, sería asegurar espacios de influencia para el grupo político de Nahle, a través de perfiles previamente analizados que ocuparían cargos estratégicos en el nuevo gobierno local.
Lo que ha generado mayor controversia es que estas supuestas negociaciones estarían ocurriendo con un alcalde electo afiliado a Movimiento Ciudadano, y no a Morena, el partido de la gobernadora.
Esta situación ha sido calificada como incongruente por algunos militantes, quienes cuestionan los motivos detrás de este acercamiento político.
Mientras tanto, al interior de Movimiento Ciudadano se vive una lucha interna por el control de las principales direcciones, en medio de un proceso de análisis y reestructuración con el objetivo de evitar despilfarros presupuestales y mejorar la operatividad del gobierno municipal.
Hasta el momento, ninguna de las partes involucradas ha emitido una postura oficial al respecto.