Poza Rica, Ver.- Un nuevo escándalo de corrupción sacude el gobierno municipal de Poza Rica, con serias acusaciones que involucran a la síndico Lizeth Guerra Méndez y al alcalde Fernando “El Pulpo” Remes.

Según fuentes internas y ediles locales, mientras la construcción de la ciclovía sobre el muro del puente Cazones costó a los pozarricenses más de 16 millones de pesos, Guerra Méndez se habría beneficiado con la construcción de una alberca en su lujosa residencia particular.

Las acusaciones apuntan a que la síndico, quien también es titular de la Comisión de Hacienda, habría recibido un beneficio directo por parte del empresario constructor Adrián Luises Hernández Falcón.

Este último, de acuerdo con las denuncias, habría construido la alberca en la residencia de Guerra Méndez como parte de un acuerdo para asegurar el contrato millonario de la ciclovía, que ascendió a aproximadamente 16 millones de pesos.

Ediles y fuentes internas del gobierno municipal han revelado que el contrato para la construcción de la ciclovía fue otorgado bajo circunstancias cuestionables, y se alega que la síndico, al estar involucrada en la asignación de los contratos de obra, habría favorecido al empresario constructor a cambio de la construcción de la alberca en su propiedad.

“El alcalde Fernando Remes ha creado una red de corrupción en la que los contratos de obra se manejan de manera opaca y beneficiando a sus allegados. Lizeth Guerra es un ejemplo claro de cómo se premian los favores a través de beneficios personales”, afirmaron fuentes internas del gobierno municipal.

Además de las acusaciones de favoritismo y corrupción, se menciona que los contratos de obra han incluido pagos no oficiales, conocidos como “diezmos”, que se distribuyen entre los funcionarios a cambio de la concesión de contratos multimillonarios.

El gobierno municipal y los involucrados han rechazado las acusaciones, calificándolas de infundadas y buscando desmentir cualquier irregularidad en el proceso de asignación de contratos. Sin embargo, el escándalo ha generado una creciente presión pública y demandas de una investigación exhaustiva por parte de las autoridades competentes.

La comunidad de Poza Rica se encuentra a la espera de una respuesta oficial y de acciones concretas que puedan esclarecer las acusaciones y restaurar la confianza en la administración municipal. Mientras tanto, el caso continúa desarrollándose, y se esperan más revelaciones sobre la red de corrupción que presuntamente ha afectado la gestión pública en el municipio.

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