Poza Rica, Ver.- El alcalde Fernando “El Pulpo” Remes estaría utilizando recursos de los pozarricenses para financiar la campaña de José Luis Lima Franco, quien busca convertirse en el candidato de MORENA a la presidencia municipal.
Fuentes cercanas a la peligrosa alianza entre ambos personajes aseguran que esta no solo tiene fines electorales, sino que también responde a un interés personal de “El Pulpo” para garantizar que su gobierno no sea auditado ni se destapen los actos de corrupción que habrían marcado la administración municipal.
En este sentido, la llegada de Lima Franco a la presidencia municipal podría ser la llave para que “El Pulpo” logre mantener el control sobre los recursos y evitar que se investiguen los manejos oscuros de la actual gestión.
La campaña de José Luis Lima Franco, caracterizada por un derroche de recursos en las colonias más empobrecidas, es vista por muchos como una estrategia para ganar el apoyo popular a costa de la miseria de los ciudadanos.
En lugar de impulsar un verdadero desarrollo, Lima Franco parecería buscar ganar votos mediante dádivas, una maniobra que para muchos es una burla a la pobreza que afecta a las colonias populares de Poza Rica.
El financiamiento para esta campaña provendría, según diversos testimonios, de los impuestos que pagan los pozarricenses, un hecho que pone en evidencia las prácticas de manipulación política mediante el uso indebido de los recursos públicos.
La magnitud del derroche ha sido tal que incluso familiares cercanos de Lima Franco, incluidos sus propios hermanos, lo han señalado por presuntamente despojarlos de las herencias que les dejó su padre, Genaro Lima Román, lo que añade más cuestionamientos sobre su integridad, pero esa será historia aparte.
Por si fuera poco, se ha confirmado que Fernando “El Pulpo” Remes está dispuesto a invertir lo que sea necesario para asegurar que Lima Franco sea el próximo alcalde de Poza Rica, una figura que, al igual que él, sería acusada de corrupción por la ciudadanía.
Con esta alianza, los pozarricenses no solo enfrentan la posibilidad de que su dinero sea desviado hacia fines electorales, sino que también corren el riesgo de ver perpetuado un sistema de corrupción que sigue profundizando las desigualdades y la falta de justicia en la ciudad.
