Poza Rica, Ver.- La diputada local electa, Adanely Rodríguez Rodríguez, se encuentra en el ojo del huracán por su presunta actitud prepotente y revanchista mientras aún no toma posesión de su cargo en el Congreso local.
Según informes de funcionarios del gobierno municipal, Adanely Rodríguez ha continuado ejerciendo influencia y control sobre el Departamento de Comunicación Social del Ayuntamiento de Poza Rica, a pesar de haber ganado el cargo legislativo.
Adanely Rodríguez, conocida por su cercanía con el alcalde Fernando Remes Garza, -quien la hizo diputada-, ha sido acusada de mantener un comportamiento autoritario, aprovechando su posición para presionar a los medios de comunicación locales.
Durante su campaña electoral, la diputada electa amenazó con recortar los apoyos económicos a aquellos medios digitales que no publicaran los boletines de su campaña. Esta medida ha tenido consecuencias significativas, ya que en las últimas dos semanas se ha reportado que Adanely Rodríguez ha eliminado una lista de periodistas que recibían convenios del gobierno municipal, como represalia por su negativa a publicar sus comunicados.
Los funcionarios del gobierno local han expresado su preocupación por la situación, afirmando que Rodríguez Rodríguez, continúa cobrando su salario en el Departamento de Comunicación Social del Ayuntamiento, con la venia del alcalde Fernando Remes Garza.
El comportamiento de la exdirectora de comunicación social ha despertado críticas no solo entre los medios de comunicación afectados, sino también entre la ciudadanía que observa con inquietud la posible influencia indebida y el uso de recursos públicos para fines personales.
La comunidad y los medios locales esperan una resolución rápida y justa para evitar que estos actos de favoritismo y represalias continúen afectando la integridad del gobierno municipal y la libertad de prensa en Poza Rica.
A medida que Adanely Rodríguez se prepara para asumir su nuevo cargo en el Congreso local, será fundamental que demuestre un compromiso con la transparencia y la ética en el ejercicio de sus funciones, para restaurar la confianza pública y garantizar que su desempeño como diputada esté libre de influencias indebidas y prácticas cuestionables.