TAQUICARDIA
POR FABIÁN MARTÍNEZ
No cabe duda de que MORENA ha sabido premiar la corrupción en distintos rincones del país, y el caso de Poza Rica es un claro ejemplo de ello. Fernando “El Pulpo” Remes, quien arribó al poder con la promesa de un cambio, no ha hecho más que burlarse de la gente que lo llevó al cargo.
Tres años de gobierno han sido una pesadilla para los pozarricenses, y lo que falta parece indicar que la situación no mejorará, sino que empeorará.
El pueblo pone y el pueblo quita, como bien dice el dicho popular. Sin embargo, en esta ocasión el pueblo ha puesto a Fernando “El Pulpo” Remes en el poder, y lo que ha obtenido a cambio ha sido un escenario de corrupción, favoritismos y una administración completamente alejada de sus necesidades.
Lo más indignante es que, incluso aquellos que en un principio se presentaron como oposición dentro del Cabildo, se han convertido en cómplices, dando la espalda a los ciudadanos y validando las malas prácticas del gobierno local. Como dice el propio “Pulpo”, “toda cabeza tiene un precio”, y en este caso, los precios parecen haber sido muy altos.
Uno de los movimientos más escandalosos en esta administración es el respaldo que El Pulpo ha dado a sus regidores consentidos, a quienes ha otorgado una manga ancha para actuar a su antojo, sin rendir cuentas a la población.
El colmo de la situación es la imposición de Rogelio Quiroz Pulido, el regidor más cercano al “Pulpo”, como candidato del PT para las próximas elecciones. Rogelio Quiroz, quien ha sido uno de los principales defensores de los parquímetros en la ciudad, ha sido cómplice de la grave corrupción que ha caracterizado al gobierno actual.
A tal grado que, a pesar de las denuncias y las demandas legales, SM Vial sigue adelante con su contrato, y la concesión que se le otorgó parece estar a punto de convertirse en un negocio redondo y millonario para la empresa y sus aliados, pues el contrato podría extenderse por 15 años más.
Lo más preocupante de todo esto es que, antes de que termine esta administración, se podría aprobar otro contrato, dejando al gobierno entrante sin mucho margen de maniobra. En este escenario, la excusa de que la administración anterior es la que dejó todo sellado y aprobado, ya se vislumbra como una estrategia para evadir la responsabilidad de quienes se quedan al frente del municipio.
El pueblo de Poza Rica tendrá que seguir soportando los grupos de poder que han saqueado el municipio y dejado a los ciudadanos al margen de un verdadero desarrollo. Es claro que el pueblo tiene lo que merece, pero en este caso, merece mucho más que lo que actualmente tiene, es decir, un gobierno que se ha hecho rico a costa de su gente y que no parece tener intenciones de cambiar.