Al inicio del presente año, todavía dos entidades federativas no recuperan los empleos formales perdidos durante la pandemia de Covid-19: Ciudad de México y Veracruz.

La primera, es el motor económico del país al aportar 16% del PIB nacional, mientras la segunda, es estratégica, junto con Oaxaca, en una de las obras insignia del gobierno federal (Corredor Transístmico).

De acuerdo con datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), la capital del país registra una pérdida de 68,344 trabajos asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) entre febrero del 2020, previo a la contingencia sanitaria, y enero del 2023.

El talón de Aquiles del mercado laboral de la Ciudad de México es el sector de servicios para empresas, personas y el hogar, el cual acumula 131,718 bajas en el periodo de análisis.

Este sector es el más vulnerable de todo el aparato económico capitalino ante el contexto actual, debido a que resiente directamente el impacto por el elevado nivel inflacionario y el ciclo alcista de la tasa de interés, factores que restan poder adquisitivo a los hogares mexicanos.

Otras ramas económicas con mermas laborales son aquellas que se relacionan con las estrategias económicas de las autoridades locales: manufactura (33,510 despidos) con el proyecto de Vallejo-i que pretende denotar la industria capitalina, y construcción (9,496) con los planes de reactivación.

Sin embargo, hay dos sectores que sobresalen: comercio (63,899 altas en el IMSS) y transportes y comunicaciones (32,569), es decir, ya recuperaron, y hasta superaron, los trabajos perdidos durante la pandemia.

Preocupación jarocha

En tanto, Veracruz presenta una pérdida de 8,274 plazas formales en el primer mes del 2023, respecto al nivel pre pandemia.

Al igual que la Ciudad de México, su mayor debilidad es el sector de servicios para empresas, personas y el hogar con 7,021 despidos. También muestra detrimentos en industrias de transformación, actividades primarias, industrias extractivas, construcción, por mencionar algunas ramas.

De hecho, solamente se recuperó en comercio (7,263 nuevos empleos formales) y en servicios sociales y comunales (2,566).

Llama la atención que el empleo formal en la industria de la construcción sigue sin recuperarse, pese al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; a diferencia de Veracruz, Oaxaca ya superó el nivel pre pandemia en este sector.

A finales del año pasado, representantes regionales de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción revelaron que el progreso en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec está rezagado, particularmente en Veracruz.

La importancia de este corredor radica en que pretende competir con en los mercados mundiales de movilización de mercancías, a través de la detonación del ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, los puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz y la infraestructura carretera y de caminos rurales.

Los de arriba

En la parte alta, encontramos a tres estados que rebasaron los 100,000 empleos creados entre febrero del 2020 y el primer mes del año en curso: Nuevo León, Baja California y Jalisco.

El común denominador de estas entidades federativas es que el detonador de su mercado de trabajo formal es la industria de la transformación, aunque este sector puede sufrir en el transcurso del 2023 si se cumplen las expectativas de debilidad de la demanda externa, principalmente de Estados Unidos, donde el fantasma de recesión no desaparece.

No obstante, estos tres estados también tienen pendientes, ya que hay sectores que siguen sin recuperar su nivel pre pandemia. En Nuevo León las pérdidas corresponden a servicios y actividades primarias, en Baja California a industrias extractivas y en Jalisco a servicios, construcción, industrias extractivas e industria eléctrica.

En el siguiente escalón de recuperación de plazas laborales, entre 50,000 y 90,000 trabajos asegurados en el IMSS generados, se encuentran Estado de México, Chihuahua, Tabasco, Querétaro y Coahuila.

Mientras en un tercer peldaño, en un rango de 20,000-35,000 puestos, se ubican Guanajuato, Yucatán, Baja California Sur, Hidalgo y Sinaloa.

Resalta que de los gobiernos subnacionales citados, únicamente hay dos representantes de la región sur-sureste: Tabasco y Yucatán. En el primer caso se debe a la refinería de Dos Bocas, otra obra insignia de la Federación, en el segundo, los motores fueron la manufactura y la construcción.

Ve por Más (Bx+) prevé que el bajo crecimiento económico esperado para el 2023 impactaría al empleo y a la confianza de los hogares, mientras que la desaceleración de la actividad en los Estados Unidos afectaría el dinamismo de las remesas.

Lo anterior significa que la pérdida de ritmo del empleo afectaría al consumo privado, la principal variable del PIB.

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