Coatzintla, Ver.- El municipio de Coatzintla se encuentra sumido en una grave crisis de nepotismo, influyentísmo, caciquismo y corrupción, prácticas que parecen ser el pan de cada día en la administración encabezada por el alcalde César Ulises García Vázquez.
Recientemente, se ha dado a conocer que, tras no lograr imponer a su hermano Eduardo como candidato de Morena a la presidencia municipal, ahora el alcalde busca hacer lo propio con su esposa, Gladys Sánchez Salas, actual presidenta del DIF municipal.
La situación se agudizó durante la visita de la presidenta nacional de Morena, Claudia Sheinbaum, quien estuvo en Veracruz en una gira de trabajo. El alcalde García Vázquez, en un gesto que muchos calificaron de servilismo, casi se arrodilló ante la líder para pedirle que su esposa sea la candidata de Morena para la presidencia municipal, apelando al discurso de “es tiempo de las mujeres”.
Sin embargo, este acto no ha sido bien recibido por los habitantes de Coatzintla, quienes ven con desconfianza esta maniobra política.
El manejo de poder por parte de la familia García Vázquez, al parecer, busca perpetuar el control político en el municipio, sin importar los intereses de la ciudadanía. La comunidad se ha visto afectada por años de prácticas corruptas que favorecen a unos pocos, mientras que las necesidades reales de la población quedan en segundo plano.
El uso de influencias y el establecimiento de un sistema de gobierno familiar ha generado gran descontento, tanto entre los ciudadanos como dentro del mismo partido. Este tipo de acciones van en contra de los principios de transparencia y equidad que deberían regir a un gobierno de izquierda, como se supone es el caso de Morena.
La situación de Coatzintla es un claro reflejo de cómo el nepotismo y las prácticas del viejo régimen siguen presentes, aun dentro de un movimiento que nació bajo la promesa de un cambio profundo. Los habitantes del municipio se encuentran preocupados por el futuro político de su localidad, temerosos de que el caciquismo prevalezca una vez más, mientras se ignoran las verdaderas necesidades de la gente.