Poza Rica, Ver.- El presidente municipal de Poza Rica, Fernando Luis Remes Garza, emitió un comunicado de prensa y utilizó sus redes sociales para deslindarse de las acusaciones que lo vinculan con el negocio del reciclaje.
En su mensaje, el alcalde aseguró que tomará acciones legales contra quienes difundan lo que considera “información tendenciosa”. Sin embargo, esta postura ha provocado un creciente malestar entre los ciudadanos, quienes han expresado su inconformidad en diversas plataformas digitales, denunciando lo que consideran un gobierno permeado por la corrupción.
Las tensiones aumentaron tras las declaraciones de Francisco Urióstegui Pineda, representante de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores (CONIMER). Urióstegui acusó al alcalde de presunto abuso de poder, al señalar que Remes Garza estaría utilizando a la policía local para cerrar los sitios de trabajo de los pepenadores, quienes dependen del reciclaje.
Según el dirigente, esta estrategia busca monopolizar el mercado mediante la construcción de una planta recicladora de su propiedad.
Además, Urióstegui advirtió sobre una posible escalada de violencia si no se toman medidas adecuadas contra el alcalde, insinuando que los recicladores podrían adoptar acciones drásticas en respuesta a la situación.
Por si fuera poco, trascendió que Remes Garza estaría construyendo su empresa recicladora en los antiguos terrenos del aeropuerto Tajín, un lugar que prometió durante su campaña convertir en un estadio de béisbol con una plaza comercial.
Esta contradicción ha añadido leña al fuego de la controversia, aumentando las dudas sobre la transparencia de su gestión.
Los cuestionamientos hacia el gobierno de Remes Garza no cesan. Recientemente, funcionarios cercanos han sido víctimas de “levantones”, y entonces el alcalde guardo silencio y no dijo absolutamente nada lo que ha generado un clima de incertidumbre.
Además, persisten las dudas sobre el caso de los parquímetros, Discricar y otros presuntos malos manejos de recursos públicos, lo que alimenta la percepción de corrupción en su administración.
A medida que la situación se desarrolla, la comunidad de Poza Rica permanece atenta a las acciones que tomará el alcalde y a las posibles repercusiones que estas puedan tener en su gobierno y en la tranquilidad de la población.