Poza Rica, Ver.- La llegada del alcalde de Poza Rica, Fernando Remes, y su hijo, Fernando Remes Tostado, a la inauguración de obras en las colonias populares ha sido calificada como una burla para el pueblo, debido a su soberbia y actitud prepotente al llegar en lujosas camionetas.

El alcalde se desplaza en una GMC Yukón valuada en más de 2 millones de pesos, mientras que su hijo lo hace en una lujosa camioneta inglesa Land Rover con un valor superior a los 3 millones de pesos. Esta ostentosa exhibición de riqueza contrasta fuertemente con la realidad de decenas de familias en las colonias, quienes viven en condiciones de pobreza y miseria.

Mientras el atraso social afecta a las comunidades más vulnerables, la familia Remes Garza y Remes Tostado continúan incrementando su fortuna familiar saqueando los recursos del ayuntamiento de Poza Rica.

Esta disparidad entre la opulencia de los funcionarios municipales y la precariedad en la que vive gran parte de la población refleja una falta de sensibilidad y compromiso con el bienestar de los ciudadanos. Es necesario que las autoridades rindan cuentas y actúen en beneficio de todos los habitantes, priorizando el desarrollo y el bienestar social sobre los intereses personales y familiares.

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