Poza Rica, Ver.- En medio de controversias y bajo una fuerte presión política y económica, la empresa Discricar busca obtener la concesión del manejo de basura en el municipio por los próximos 15 años, pese a no cumplir con las normativas ambientales federales y haber sido calificada como una “empresa patito”.

Actualmente, la empresa opera bajo una extensión de contrato que expira el 31 de enero, otorgada por un mes debido a sus deficiencias en el servicio.

Fuentes internas del ayuntamiento han señalado que, aunque ya existe una nueva empresa lista para asumir el servicio de recolección de residuos a partir de febrero, las negociaciones están estancadas debido a presiones de alto nivel.

Entre los involucrados en estas presiones destacan José Luis Lima Franco, aspirante de Morena a la presidencia municipal; Fernando Renes Garza; Fernando Remes Tostado; y José Lugo Dauzon, quien funge como enlace directo con la empresa Discricar.

El plan de este grupo sería influir en el cabildo para que autorice la concesión de 15 años antes de que finalice el actual periodo de gobierno.

Esta maniobra busca garantizar la permanencia de Discricar, a pesar de las quejas de la ciudadanía por el pésimo servicio que ha brindado hasta ahora.

La situación genera preocupación en diversos sectores del municipio, ya que no solo está en juego la calidad del servicio de recolección de basura, sino también la transparencia y el respeto a las normativas ambientales.

Mientras tanto, la decisión del cabildo se convierte en un tema clave para el futuro de la gestión de residuos en la región.

Cabe destacar que el manejo de la basura en Poza Rica ha sido un negocio millonario que en su momento la empresa PASA tuvo por 15 años.

Tan solo el gobierno municipal paga aproximadamente 4 millones de pesos mensuales, lo que resulta atractivo para cualquier empresa.

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