En la estación de bomberos de Livermore, CA. tienen una bombilla de luz que ha estado encendida por más tiempo en todo el mundo, ha estado encendida por 120 años desde 1901 y ni siquiera está conectada a un interruptor, pero tiene una batería de repuesto y un generador.

La pregunta es ¿Cómo es que esta bombilla ha durado tanto tiempo?

Fue fabricada a mano no mucho después de que las bombillas comerciales hubieran sido inventadas y aun así ha estado funcionando por más de un millón de horas, mucho más de lo que se supone que una bombilla actual debería durar.

Cuando inventaron esta bombilla de luz que duraría para siempre, nunca se pudo vender porque una bombilla eterna implica un modelo de negocios terrible, es decir, los clientes nunca regresarían y eventualmente se acabarían las personas a las que podrías vender.

Aunque esta historia suene ridícula, si en verdad pudieras crear una bombilla de luz eterna, todos decidirían comprar la tuya antes que la de tus competidores y así podrías cobrar precios más altos y ganar mucho dinero incluso, aunque la demanda eventualmente se acabe.

Es difícil imaginar que tuvimos mejores bombillas en el pasado y que intencionalmente las hicimos peores, pero resulta que estábamos equivocados, al menos en parte.

Inventar una luz eléctrica viable fue difícil, el típico diseño de luz incandescente que posee una corriente eléctrica, viaja a través de un material que hace que se caliente tanto que brille.

Menos de un 5% de la energía eléctrica es lo que se ve como luz, el otro 95% se libera como calor, así que son en verdad bombillas de calor que sueltan algo de luz como efecto colateral.

La temperatura del filamento puede llegar a los 2800 grados kelvin, eso es la mitad de la temperatura de la superficie del sol, a temperaturas como esa, la mayoría de los materiales se derriten y si no se derriten, se queman.

Por eso en la década de 1840 a Warren de la Rue, un químico y astrónomo británico famoso por sus trabajos pioneros en la fotografía astronómica, incluso uno de los cráteres de la luna lleva su nombre, el cráter De La Rue. A él se le ocurrió colocar el filamento a una bombilla de vacío para que no existiera oxígeno con el que reaccionara.

Para 1879, Thomas Edison había creado una bombilla con un filamento de algodón que duraba 14 horas.

Otros inventores crearon bombillas con filamentos de platino y otros materiales carbonizados y gradualmente el tiempo de vida de las bombillas fue en aumento.

Los filamentos cambiaron de carbón a tungsteno que tienen un punto de derretimiento muy alto y a comienzos de los años 20, el tiempo de vida promedio se acercaba a las 2000 horas y en algunas llegaban hasta las 2.500 horas.

Aquí fue donde el tiempo de vida de las bombillas dejó de crecer y empezó a disminuir en Ginebra, Suiza.

Justo antes de la navidad de 1924 se reunieron en secreto importantes ejecutivos de las compañías líderes en bombillas de luz como Phillips International, General Electric, Tokio Electric, Osram y la británica Associated Electric, entre otras.

Formaron lo que pasó a llamarse el cartel de Phoebus, nombrado en referencia al dios griego de la luz.

Estás compañías acordaron trabajar en conjunto para ayudarse entre ellas y controlar la oferta mundial de bombillas de luz.

En los primeros tiempos de la industria eléctrica, habían existido muchos pequeños fabricantes de bombillas, pero para aquel momento se habían consolidado mayormente estas grandes corporaciones, cada una con dominio de una parte diferente del mundo y la mayor amenaza que enfrentaban era la larga duración de las bombillas.

En 1953, por ejemplo, Osram vendió 63 millones de bombillas, pero al año siguiente vendió solamente 28 millones. Las bombillas estaban durando demasiado, disminuyendo así sus ventas.

Así que todas las compañías en el cartel, acordaron reducir el tiempo de vida de las bombillas a mil horas, recortando el promedio de vida a casi la mitad.

Pero… ¿Cómo podía cada compañía asegurarse de que las demás cumplieran con el acuerdo y acortarán la vida de sus bombillas?

Después de todo, favorecería sus intereses fabricar un producto mejor y superar en ventas a los demás.

Para asegurarse de cumplir con las 1000 horas de límite, cada compañía debía enviar a las demás sus bombillas a modo de muestra y eran examinadas en bancos de pruebas, si una bombilla duraba significativamente más de mil horas esa compañía era multada, si una bombilla duraba más de tres mil horas la multa era de 200 francos suizos por cada 1000 bombillas vendidas y hay archivos donde se ve cómo se les cobraban estas multas a las compañías.

¿Cómo fábricas una bombilla peor?

En primer lugar, los mismos ingenieros que previamente se habían encargado de extender el tiempo de vida de las bombillas, ahora tenían que hallar la manera de acortarla, así que intentaron diferentes materiales, tipos de filamentos y conexiones más delgadas.

Si se observan los datos, tuvieron éxito.

Desde la formación del cartel, el tiempo de vida de las bombillas decreció constantemente.

Para 1934 el tiempo de vida promedio era de sólo mil 205 horas y justo como lo habían planeado, las ventas aumentaron para los miembros del cartel en un 25 por ciento en los cuatro años posteriores a 1926. Y aunque el costo de los componentes disminuyó, el cartel mantuvo los precios casi sin modificaciones por lo que aumentaron su margen de ganancias.

¿Sabía la gente que las compañías de bombillas estaban conspirando para hacer que sus productos sean peores?

No.

El cartel de Phoebus, decía que su propósito era aumentar la estandarización y la eficiencia de las bombillas de luz.

Bueno, si establecieron que rosca sería la estándar, es la que hoy puedes encontrarla en casi todas las bombillas del mundo.

Toda la evidencia señala que la motivación del cartel, eran sus ganancias y el aumento en las ventas, no que fuese mejor para los consumidores.

Entonces, una de las razones por las que la bombilla que se encuentra en la estación de bomberos de Livermore en California y que ha durado tanto, es porque fue fabricada antes de la era del cartel.

Otra razón, es que el filamento siempre ha sido alimentado con poca potencia, sólo cuatro o cinco watts ya que se suponía, solamente era para que los bomberos no chocaran con objetos durante la noche.

El hecho de que esté siempre encendida, redujo el ciclo térmico del filamento y sus componentes limitando el estrés generado por la expansión y contracción térmica.

El cartel de Phoebus, fue inicialmente creado para durar al menos hasta 1955 pero, acabó desarmándose en la década de 1930 porque ya tenían dificultades por la competencia externa y por el incumplimiento de algunos miembros.

El inicio de la segunda guerra mundial fue lo que finalmente acabó con él, así que este cartel estaba acabado, pero sus métodos sobrevivieron hasta nuestros días.

Hay muchas compañías hoy en día que intencionalmente acortan el tiempo de vida de sus productos, es una táctica conocida como Obsolescencia Programada.

Un vídeo viral, fue realizado por Casey Naistat en el año 2003, en él se habla de lo siguiente:

“— Gracias por comunicarse con Apple, soy Ryan, dígame su nombre por favor.

– Casey.

— Hola Casey, ¿Cómo puedo ayudarle?

– Hola, tengo un IPod que compré hace 18 meses y la batería dejó de funcionar.

— ¿18 meses? Bien. Como ya ha pasado un año de su compra esto quiere decir que habrá un costo de 255 dólares más gastos de envío, esto para que nos llegue y podamos restaurarlo y arreglarlo, pero a ese precio es más conveniente comprar uno nuevo.”

Ese vídeo obtuvo millones de vistas en su momento donde no existían ni YouTube ni las redes sociales, provocó el impulso un juicio colectivo que Apple resolvió fuera de la corte, pero no detuvo a la compañía que continuó con la Obsolescencia Programada.

Luego de una actualización de la IOS en 2017, los usuarios de IPhone más antiguos, encontraron que sus aplicaciones funcionaban mucho más lentamente o que sus dispositivos se apagaban.

Apple dijo que limitó el desempeño para proteger la batería de los dispositivos más viejos y lograr que duren más tiempo, claro que esto no sería un problema si la batería pudiese reemplazarse.

En una serie de demandas que concluyeron en 2020, Apple fue multado o llegó a acuerdos para pagar cientos de millones de dólares, sin dudas esta cifra queda pequeña en comparación al rédito que generan al limitar el tiempo de vida de sus productos.

Algunos podrían argumentar que la Obsolescencia Programada no es solamente por ambición, sino que genera beneficios para todos.

Durante la gran crisis de la década del 30 cuando más de un cuarto de los estadounidenses carecían de trabajo, un empresario de bienes raíces llamado Bernard London, propuso la Obsolescencia Programada obligatoria para hacer que más gente tenga trabajo y sacar al país de la depresión.

Él escribió: “El gobierno deberá asignar una licencia de tiempo de vida a los zapatos, las casas y la maquinaria cuando son creados, y serán vendidos y utilizados durante el tiempo de su existencia, algo sabido por el cliente. Luego de que el tiempo asignado se acabe, estos objetos estarán legalmente muertos y serán controlados por la institución gubernamental correspondiente y destruido si hay desempleo masivo”.

Esto puede sonar como una idea totalmente loca, pero la gente claramente temía perder sus empleos a causa del progreso tecnológico y los productos de excesiva calidad.

Hubo incluso una popular película nominada a los Óscar acerca de esto, se llamó “El hombre vestido de blanco” (1951).

Se trataba de un científico que inventa la fibra perfecta, no se mancha, no se rompe ni se deshilacha. La nominación a los Óscar, fue por mejor guion.

En la historia de la película, inicialmente, todos están entusiasmados con el descubrimiento científico de nuestro héroe, él crea un traje del nuevo material que es blanco porque la fibra es tan resistente que ni siquiera puede ser teñida, pero es aquí cuando los problemas comienzan.

Los dueños de la fábrica se dan cuenta de que no serán capaces de vender grandes cantidades por su larga duración y los trabajadores deben perder sus empleos.

Él clímax de la película, es la escena cuando los trabajadores se unen con los dueños de las fábricas para perseguir al científico y destruirlo a él y a su invención.

Volviendo a la realidad, lo crean o no, esta película puede haber sido inspirada por hechos reales.

En la década de 1949 la fibra sintética de nylon reemplazó a la seda en las medias y era tan duradera que el producto causó furor de la noche a la mañana, hubo literalmente hordas de mujeres que intentaban conseguirlas.

Cuando los fabricantes se dieron cuenta de que habían hecho el producto demasiado bueno, no destruyeron la fibra, pero si siguieron el ejemplo del cartel de Phoebus.

Dieron instrucciones a sus ingenieros y científicos para que encuentren la forma de debilitar al producto y así acortar su tiempo de vida para que compren más.

Pareciera que los consumidores están finalmente luchando contra la Obsolescencia Programada.

En la unión europea, así como en 25 estados de los EEUU, hay propuestas legislativas para garantizar el derecho a la reparación, estas leyes podrían forzar a los fabricantes a facilitar la reparación de sus productos, deberán proveer información y acceso a sus partes, así se podría reemplazar una batería o reemplazar una pantalla rota, sin perder tu garantía.

Entonces, si el derecho a la reparación se convierte en ley, significa que… ¿La obsolescencia artificial se acabará?

Tristemente no.

Hay una última cosa que los fabricantes pueden utilizar para hacer sus productos obsoletos y es… a ti.

Henry Ford lanzó el primer automóvil comercializado en masa, el modelo T en 1908 y se lo imaginó como un caballo de trabajo, una herramienta accesible que no se desgastaría, similar a la bombilla de luz eterna.

En 1922 Ford dijo: “Queremos que el hombre que compra uno de estos autos nunca tenga que comprar otro. Nunca haremos una mejora que haga que el modelo anterior sea obsoleto”.

Para 1920, el 55 % de las familias estadounidenses ya tenían un automóvil, casi todo aquel que pudiera acceder a uno lo tenía y ese mismo año hubo una pequeña crisis económica que redujo las ventas tanto para Ford como para General Motors.

En 1921 Dupont, la compañía de químicos y pinturas, adquirió la mayoría de las acciones de General Motors y comenzaron a experimentar con pintar los autos de colores diferentes.

Hasta ese momento Henry Ford había dicho: “Puedes tener el color que quieras siempre y cuando sea el negro”.

Tomó un par de años de pruebas, pero en 1924 General Motors lanzó sus primeros autos en distintos colores y poco después, introdujo un truco que suena familiar hoy en día.

Cada nuevo año presentaban autos en diferentes colores, el objetivo no era solo hacer que el modelo de Ford se viera anticuado, sino lograr que sus propios productos se vieran anticuados cada año, incentivando a los clientes a cambiar sus viejos automóviles por modelos nuevos.

Años más tarde, el jefe de diseño de General Motors Harley Earl, discutió su rol en la creación de lo que él llamó Obsolescencia Dinámica, dijo: “Nuestro gran objetivo es acelerar la Obsolescencia. En 1934, el promedio de propiedad de un auto era de 5 años, ahora en 1955 es de 2 años, cuando sea de un año habremos conseguido el tiempo ideal”.

Para el momento en el que dijo esto, General Motors era la compañía mejor valuada en el mundo y vendía la mitad de los vehículos comprados en EEUU cada año.

Actualmente la compañía mejor valuada del mundo Apple, parece haber seguido directamente estos lineamientos. Nuevos estilos cada año los tiene, nuevos colores cada año los tiene, las mejoras tecnológicas mínimas, las tiene.

Es decir… ¿Estas innovaciones son útiles o son sólo trucos para vender?

La inspiración para General Motors y por ende para Apple, proviene de la moda donde la innovación real es casi imposible, así que la única forma de hacer que la gente sienta la necesidad de comprar más, es mediante la creación de estilos que duren una sola temporada.

El problema es que pasas por estos estilos muy rápidamente y luego ¿qué se supone que hagas? Bueno se reciclan los estilos de hace algunas décadas

El IPhone también muestra esta tendencia al reciclar, solo observa la forma en la que las esquinas eran inicialmente redondeadas, luego fueron hechas rectas, luego de nuevo redondas, luego otra vez rectas y ahora nuevamente de esquinas redondas.

¿Cuánto quieres apostar que el IPhone 16 tendrá esquinas rectas?

El punto es que, en cuanto al diseño y el estilo, una cosa no es mejor que otra, solo es diferente.

Esto parece ser suficiente para recordarnos que no tenemos lo mejor ni lo más nuevo y tenemos que correr a comprarlo

El único tipo de Obsolescencia que deberíamos apoyar es la tecnológica, lo que nos trae de vuelta a las bombillas.

En los últimos 20 años, las bombillas han pasado de ser incandescentes como habían sido casi sin cambios por casi 100 años a fluorescentes compactas y ahora a Led.

Estas últimas, usan sólo una décima parte de la energía y son capaces de durar entre 10 y 50 veces más.

Así que, es más probable que vendas tu casa a que tengas que reemplazar una bombilla Led que hayas instalado dentro de ella.

Hemos finalmente alcanzado lo que es en esencia una bombilla de luz eterna.

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